La Organización Mundial de la Salud (OMS) considera a la persona con discapacidad visual que sea privada, en parte (según criterios preestablecidos) o la capacidad de ver totalmente. La baja visión (o baja visión) es el deterioro de la función visual en ambos ojos, incluso después de la corrección de los defectos refractivos comunes con el uso de gafas, lentes de contacto o cirugía ocular. 

Esta es una definición técnica y cuantitativa. La baja visión es para cualquier persona que tiene una agudeza visual inferior a 0,3 (Snellen), a percepción de luz o un campo visual inferior a 10 grados desde el punto de fijación.

La principal evidencia relacionada a la discapacidad visual son: irritación constante del ojo, el acercamiento excesivo con la cara para leer o escribir, distancia dificultad para leer, la tensión del ojo, inclinar la cabeza para tratar de ver mejor, dificultad para ver pequeños obstáculos en el suelo, nistagmo (constantemente temblando ojo), estrabismo o dificultad para ver en ambientes brillantes.

Causas

Las principales causas de discapacidad visual son: la pérdida de la visión debido a una lesión, trauma, pinchazos y fugas en los ojos. Durante el embarazo, las enfermedades como la rubéola, la toxoplasmosis y la sífilis puede causar discapacidad en los niños. Las infecciones en los recién nacidos también pueden causar déficits visuales.

Otras enfermedades que ocurren con mayor frecuencia en los adultos pueden causar problemas de visión si no se trata adecuadamente. Entre los principales se encuentran: glaucoma, diabetes, toxoplasmosis, desprendimiento de retina, catarata congénita, la retinopatía del prematuro, bajo la oxigenación cerebral (hipoxia), entre otros. Los expertos médicos estiman que en los casos de baja visión de la discapacidad visual se podría reducir hasta en un 30% si se tomaron todas las medidas preventivas y eficaces en las áreas de educación y salud. 

Los expertos médicos estiman que en los casos de baja visión de la discapacidad visual se podría reducir hasta en un 30% si se adoptan todas las medidas preventivas y eficaces en las áreas de educación y salud.

Tratamiento

La OMS recomienda la evaluación funcional de la visión por un profesional con experiencia en el campo de la educación / rehabilitación, con el objetivo de observar si la persona está usando su visión normal.

Por lo tanto, el individuo puede ser potencialmente capaz de usar la visión para la planificación y ejecución de tareas.

El trabajo educativo puede promover la inclusión social de las personas con discapacidades visuales, ya sea en el entorno del hogar o del trabajo. Sin embargo, debe haber un seguimiento adecuado de profesionales especializados para adquirir una mejor orientación espacial, si avanza correctamente, el uso de ayudas ópticas (como lupas especiales, bastones, etc). Sin embargo, para cada caso hay un enfoque específico problema.

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